En el marco del proyecto Tembi’urã Sin Desperdicio, el sábado 14 de setiembre tuvo lugar el foro “Hablemos del Cambio Climático”, en la ciudad de Caaguazú, con la participación de representantes de organizaciones campesinas locales con quienes venimos trabajando modelos de producción sostenibles; autoridades locales, estudiantes y ciudadanía en general.
Susana Aldana, directora ejecutiva de Decidamos, dio apertura al foro recordando el compromiso que tenemos como país de cumplir con las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y como nuestra tarea no es solo conocer esos compromisos pero además trabajar, exigir y plantear alternativas de acciones en el territorio. Siendo fundamental el trabajo conjunto con las autoridades locales.
“Esta iniciativa viene de muchos años, el cómo recuperar y sostener la vida, los modos de alimentación y los modos de vida en sí que ustedes tienen y la posibilidad de mejorarla. Por eso estamos trabajando por una producción agroecológica desde hace muchos años. Con este proyecto en particular Tembi’urã Sin Desperdicio, no solamente trabajamos aquí en Caaguazú por la producción de alimentos sanos pero también en el mercado de Abasto de Asunción, con cocineras y recicladores para la reutilización de los productos alimenticios que se tiran pero todavía son buenos para el consumo”
Víctor Imas, sociólogo e investigador del CADEP y panelista invitado, desarrolló el concepto de cambio climático, sus efectos en la Agricultura Familiar Campesina y qué implica el ODS13 Acción por el Clima. “Supone una pérdida generalizada de la biodiversidad con la desaparición de formas de vida. Si bien afecta a todos los países, afecta más a los menos desarrollados y sobre todo a la población más pobre y más vulnerable”. Advirtió sobre la fragilidad de los recursos naturales como el agua que ve amenazada su disponibilidad con las grandes extracciones para el uso de riego de cultivos extensivos y con el aumento de su contaminación por el modelo productivo imperante, o la alta tasa de deforestación. Como el impacto que el cambio climático tiene sobre la Agricultura Familiar Campesina con los periodos de sequía, lluvia, frío intenso, etc, empieza desde el ¿qué vamos a cultivar?, pasando por las diversas etapas del proceso de producción con el almacenamiento, transporte y la venta posterior. Lamentó que en Paraguay no exista una política de prevención y gestión de riesgo que permita enfrentar este problema a la Agricultura Familiar Campesina. En este sentido subrayó la necesidad de contar con una normativa de “Acompañar desde el Estado primero con una política para entender este problema, para prevenir, y luego cuando se da la situación, ya cómo enfrentar”
Néstor Flores, consultor de las Naciones Unidas para el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible MADES realizó una breve reseña sobre las causas y consecuencias del cambio climático. Resaltó que todos somos responsables y tenemos un compromiso con nuestro país, nuestra comunidad de colaborar para la conservación del medio ambiente. “Reducir, reutilizar y reciclar son acciones que todos podemos hacer para contribuir a disminuir los efectos del cambio climático. No desperdiciar el agua, plantar arboles, no tirar basura, ahorrar el uso de energía desconectando electrodomésticos que no utilizamos, comprar y consumir productos locales, apoyar lo nacional, utilizar botellas de agua de vidrio y tazas reciclables”. Comentó sobre el trabajo del MADES en la zona, como agente fiscalizador para denuncias contra delitos ambientales como la quema de pastizales. Sobre este aspecto, mencionó que con el nuevo rango ministerial del MADES se está trabajando en la descentralización a fin de que el año entrante se pueda contar con una oficina departamental que cuente con todas las direcciones, de manera a no trabajar solamente el aspecto fiscalizador sino además un trabajo interinstitucional con el Infona, los municipios y la gobernación.
Vicenta Cano, concejala departamental de la gobernación de Caaguazú,indicó que el departamento cuenta con abundante agua de ríos y arroyos, y una buena tierra para el cultivo; pero que al no respetarse las leyes ambientales existentes con la tala de bosques, la instalación de areneras sin control, el cultivo extensivo y uso indiscriminado de plaguicidas, se comienzan a sentir cada vez más los efectos del cambio climático en la zona. Recordó como hasta unos años atrás la gobernación tenía cierta autonomía para realizar estudios de proyectos que podrían tener algún impacto ambiental en el departamento, pero que a la fecha esta situación ya no es la misma. Por otra parte, señaló que Caaguazú es un departamento que crece a pasos agigantados pero no cuenta con un plan de zonificación. “En el 2005 se inició un proyecto de proceso de zonificación para marcar el territorio donde debía estar asentada la Agricultura Familiar Campesina y donde los sojeros para trabajar la tierra, pero no corrió, aunque la idea ya quedó instalada. En la ley orgánica municipal del 2010 ya se establece el Plan de Ordenamiento Territorial. Como ciudadanos debemos exigir que se cumpla. Tenemos que conocer nuestros derechos para poder reclamar y no es fácil esto en nuestro país. Trabajemos juntos, es la única solución y valoremos la tierra porque nos da vida. Ñande Sy Yvy”
Maximino Flores, presidente de la Coordinadora de Organizaciones Sociales de Caaguazú inició su intervención enfatizando la importancia y rol de las organizaciones sociales. “Sin organización, no hay nada para nosotros los pobres, ya dije mucho, pero no me voy a cansar de decir. Solos no tenemos la fuerza que necesitamos para luchar en contra de las problemáticas que nos aquejan, organizados es la única forma”. Sobre la problemática de los productos transgénicos en el departamento expresó: “Se planta la soja transgénica, que no genera ninguna fuente de trabajo, funde nuestro suelo, medio ambiente y otros cultivos, nos enferma. En todo nuestro territorio ya nos está invadiendo el maíz transgénico y nosotros no terminaos de darnos cuenta lo que representa esto”. Destacó el trabajo que se vienen realizando con las organizaciones para impulsar la agroecología como forma de vida que respeta el medio ambiente. “Nosotros trabajamos en la agroecología para alimentarnos de forma saludable, para no consumir alimentos con venenos. No es cierto que no se puede sembrar sin veneno, nos hacen creer que nuestras producciones no van a crecer o desarrollarse bien si no le ponemos tal o cual químico. ¡Esto no es cierto!” En este sentido expresó que no sienten que el Estado demuestre interés por dar un mayor apoyo a la Agricultura Familiar Campesina, en comparación con el respaldo que reciben los grandes productores de soja. “Es muy importante tener un respaldo de las autoridades locales para que se implementen políticas públicas de cuidado ambiental para nosotros los productores de la Agricultura Familiar Campesina. Vamos a seguir luchando y presionando a nuestras autoridades. Vamos a acordarnos de ellos a la hora de votar”.