EL ODS 2, denominado Hambre Cero – o también Poner fin al hambre, pretende erradicar el hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición, promoviendo además la agricultura sostenible.
La Organización para las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), define al hambre o la subalimentación, como una sensación física incómoda o dolorosa, causada por un consumo insuficiente de energía alimentaria, ésta se vuelve crónica cuando la persona no consume una cantidad suficiente de calorías (energía alimentaria) de forma regular para llevar una vida normal, activa y saludable.
En cuanto a la seguridad alimentaria, de acuerdo a la Cumbre Mundial sobre la Alimentación (CMA) de 1996 y 2009, existe cuando todas las personas tienen en todo momento acceso físico, social y económico a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias en cuanto a los alimentos a fin de llevar una vida activa y sana. Esta definición se basa en los pilares de disponibilidad, acceso, estabilidad y utilización. Por contraposición, la carencia de estas condiciones da paso a la inseguridad alimentaria.
El crecimiento económico y el desarrollo de tecnologías en las últimas décadas han contribuido a la disminución de la desnutrición a nivel global. Sin embargo, terminar con todas las formas de hambre y desnutrición para 2030 presenta grandes desafíos, tales como el cambio climático y la sobreexplotación de los recursos naturales, aspectos muy vinculados a la producción de alimentos y, por otro lado, la desigualdad de acceso a bienes alimentarios de calidad y el adecuado equilibrio de calorías y nutrientes. Asimismo, la pandemia por COVID-19 ha obligado al confinamiento a muchos países, con lo cual se han dado crisis sociales y económicas que afectan ellogro del ODS 2 principalmente en grupos minoritarios y vulnerables.
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