En los últimos dos años (2017 – 2019), se observan algunos leves avances pero también retrocesos en la trayectoria de los indicadores relacionados con los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS).
En esta siguiente entrega de resultados de monitoreo de los ODS1, ODS2, ODS10 y ODS 13, se pudo constatar que los escasos avances tienen una alta probabilidad de detenerse con la llegada de la pandemia por COVID-19.
La crisis sanitaria ha demostrado el frágil estado del sistema de salud paraguayo y además puso a prueba al sistema de protección social, de baja cobertura en todos los programas (IPS, Tekoporã, pensión alimentaria para personas mayores), además de un amplio sector de la población sin acceso a ningún tipo de programas o prestaciones.
De un total de 1.873.122 hogares, el 68,5% de los hogares reportaron que algún miembro del hogar registró alguna pérdida de ingresos, el 37,8% del trabajo o fuente de ingresos y el 35,8% presentó inconvenientes para conseguir trabajo o iniciar un negocio. El 27,7% de los hogares señaló que algunos de sus miembros sufrió la suspensión del trabajo sin pago (DGEEC, 2020).
En Paraguay la pobreza es medida de acuerdo al método de la línea de la pobreza. La Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos (DGEEC) define como población en situación de pobreza “al conjunto de personas residentes en hogares cuyo nivel de ingresos es inferior al costo de la Canasta Básica de Consumo” (DGEEC, 2019, p. 3)
Para el año 2019, la línea de la pobreza total se encontraba en 699.634 guaraníes para el área urbana, mientras que para el área rural era de 497.049 guaraníes. La línea de pobreza extrema se encontraba en 266.754 guaraníes para el área urbana, y 243.608 para el área rural (DGEEC, 2019, p. 5).
La reducción de la pobreza en los últimos años disminuyó su ritmo. Entre 2018 y 2019 se redujo menos de un punto porcentual pasando de 24,2% a 23,5%. En valores absolutos, la disminución del número de personas en situación de pobreza fue de alrededor de 23.000, permaneciendo como pobres 1.660.000 personas en todo el país.
Sin embargo, es importante señalar que sin los programas de transferencia monetarias –Tekoporã y pensión alimentaria para personas mayores– para el año 2019, la pobreza hubiera sido al menos de 2 puntos más con respecto al año anterior.
Con respecto al hambre, la desnutrición y la malnutrición, la nueva información relevante proviene de los registros del Sistema de Vigilancia Alimentaria Nutricional (SISVAN), que está relacionada a los resultados de una población de estudio de niños/ adolescentes escolares y mujeres embarazadas. En la población en edad escolar refleja desnutrición es relativamente baja en esta población (1,6% desnutrición y 3% talla baja) mientras que el exceso de peso presenta cifras preocupantes. Por otro lado, para las mujeres embarazadas, tanto las cifras de bajo peso como de obesidad son elevadas siendo el bajo peso del 26,3% y la obesidad del 33%.
De acuerdo a los últimos datos del índice de Gini, la reducción de la desigualdad tuvo una leve mejoría pero no obstante se mantiene alta.
En referencia al último objetivo monitoreado, ODS 13 Acción por el clima, pese a existir un compromiso de por medio, el Estado paraguayo no está realizando informes ni construyendo indicadores relativos para este Objetivo. Algunos indicadores que se aproximaban a las metas ya fueron presentados en el Informe 1 de este proyecto.
En este escenario, ¿cómo afectó la llegada de la pandemia? ¿cuáles fueron las principales medidas de emergencia? ¿qué impactos tendrá para el progreso de los ODS? Te invitamos a conocer más en Paraguay: seguimiento a los Objetivos de Desarrollo 1, 2, 10 y 13